Alguien dijo una vez: "El ballet no es un baile, sino una disciplina" .
El ballet siempre muestra la elegancia, la precisión, la templanza y la buena figura que tiene un bailarín, a través de él se muestran muchos sentimientos, como el amor, la venganza, el odio, la desesperación ... Todo el mundo que ha ido a una actuación de ballet en un teatro ha podido sentir esos sentimientos, ese es el objetivo de esta disciplina: Transmitir. Pero para transmitir se necesitan factores de expresión que lleguen a la gente y físicos que permitan moverse libremente y eso requiere un gran esfuerzo y sacrificio.
Realmente el ballet es muy bonito, pero lo sería más si la gente valorara el esfuerzo que hay detrás de un gran espectáculo tanto a nivel personal del bailarín como a nivel grupal de equipo.
Detrás de hermosas siluetas hay dietas, lágrimas, sudor, dolor (sobretodo si se trata de los pies), discusiones y enfados, horas de trabajo y podría seguir añadiendo más cosas.
Lo que quiero decir hoy; es que, es importante valorar el trabajo y esfuerzo de las personas y en cualquier aspecto de la vida: en el baile, en el teatro, en familia etc.
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