martes, 8 de septiembre de 2015

Ejercitando el cerebro

Mientras que los bailarines ejercitan sus cuerpos, sus cerebros también están siendo estimulados.
No es posible participar de una clase sin concentrarse completamente.
Los pupilos tienen que prestarle atención al profesor para poder aprender y repetir la coreografía.
Tienen que trabajar para mejorar los pasos y posiciones y aprender a calcular su espacio en el salón de clase o escenario, todo al ritmo de la música.
Porque puede ser complicado, obliga a la mente a enfocarse y estimula el cerebro. Hay estudios que indican que puede ayudar a reducir el riesgo de sufrir de demencia.
El ballet también puede ayudar a quienes sufren de la enfermedad de Parkinson, pues sus síntomas a menudo incluyen la falta de equilibrio y coordinación, de manera que tomar clases regulares puede aliviar temporalmente esos problemas.
Por otro lado, aunque la lección parezca exigente, puede ser una manera excelente de aliviar el estrés, pues el bailarín está completamente enfocado en el momento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario